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Cómo la Coinoculación impacta en la productividad de la cosecha?

 

La buena productividad de la soja refleja un conjunto de factores que pueden influir directa o indirectamente en la cantidad o calidad de los granos o semillas producidos, siendo uno de estos factores la nutrición vegetal. La ingesta nutricional adecuada es fundamental para satisfacer los requerimientos nutricionales del cultivo, promoviendo un buen crecimiento y desarrollo de las plantas, resultando en una buena productividad.

Uno de los nutrientes más requeridos por la soja es el Nitrógeno (N), como destaca Martins (2019), para la producción de una tonelada de granos o semillas de soja se extraen y exportan en promedio 80,4 kg de N y 56,9 kg de Nitrógeno respectivamente. El nitrógeno es un constituyente de aminoácidos, amidas, proteínas, ácidos nucleicos, nucleótidos, coenzimas, hexosamina, entre otros, y está directamente relacionado con el crecimiento de las plantas (Taiz et al., 2017).

El suministro adecuado de nitrógeno es esencial para que el cultivo crezca y se desarrolle correctamente. En algunos cultivos, el suministro de nitrógeno se realiza a través de fertilizantes nitrogenados, sin embargo, el alto requerimiento de nutrientes por parte del cultivo de soja hace que la fertilización con nitrógeno para el cultivo sea una práctica de alto costo.

Afortunadamente, la simbiosis entre plantas de soja y bacterias fijadoras de nitrógeno del género Bradyrhizobium contribuye al aporte de prácticamente todo el nitrógeno necesario para un buen rendimiento de la soja, rendimientos del orden de hasta 3600 kg.ha-1, aún aportando valores entre 20 y 30 kg.ha-1 de nitrógeno para el cultivo sucesor (Gitti, 2015).

Aunque parte de estas bacterias están presentes en el suelo, la práctica de inocular semillas de soja tiene como objetivo aumentar la población de bacterias fijadoras de nitrógeno a través del incremento a través del inoculante. El aumento de los niveles de población de estas bacterias permite una adecuada simbiosis entre planta y bacteria, permitiendo que todo el nitrógeno que necesita la planta se suministre a través de la fijación biológica de nitrógeno (FBN), haciendo innecesario el aporte de nitrógeno a la soja mediante fertilizantes nitrogenados.

Como destacan Prando et al. (2019), la práctica de la inoculación puede proporcionar un aumento de hasta un 8% en la productividad de la soja, mientras que la coinoculación puede aumentar la productividad en otro 8%, sumando así una ganancia de productividad del 16%. Sin embargo, a diferencia de la relación simbiótica que se da entre plantas de soja y bacterias del género Bradyrhizobium, la coinoculación con bacterias del género Azospirillum promueve una relación de asociación, en la que no todo el nitrógeno sintetizado se suministra a la planta. Sin embargo, las bacterias del género Azospirillum tienen la capacidad de sintetizar fitohormonas que promueven el crecimiento de las plantas, especialmente del sistema radicular, lo que favorece la nodulación y FBN que realiza Bradyrhizobium, además de aportar otros beneficios, como ampliar el volumen de suelo explorado (Prando et al., 2019).

La mayor nodulación de plantas de soja como resultado de la coinoculación fue observada por Gitti (2016) en estudios realizados por la Fundación MS, donde la coinoculación de la soja proporcionó no solo un aumento en el número y masa de nódulos, sino también en la masa seca de raíces. y parte aérea de las plantas.

Cuadro 1. Número de nódulos por planta, masa seca de nódulos por planta, masa seca de raíces por planta y masa seca de parte aérea de soja en 2015 y 2016 obtenida en tratamientos sin inoculación de semillas, inoculación (Bradyrhizobium), coinoculación ( Bradyrhizobium + Azospirillum brasilense) y urea de cobertura (200 kg.ha-1 de nitrógeno). Fundación MS, Maracaju, MS, 2016.

Comparacion de soja con y sin tratamiento del semilla

Fuente: Gitti (2016)

Dado que los nódulos son consecuencia de la simbiosis entre plantas de soja y bacterias fijadoras de nitrógeno del género Bradyrhizobium, el aumento del número de nódulos por planta como consecuencia del favorecimiento promovido por la coinoculación puede representar un aumento en la cantidad de nitrógeno fijado y la disponibilidad del nutriente para la planta, lo que se refleja en una mayor productividad.

Figura 1. Raíz de soja con abundante nodulación resultante de la cooculación con Bradyrhizobium y Azospirillum.