Stoller Paraguay

El uso de productos agrícolas como insumos biológicos, fisiológicos, así como la nutrición vegetal representan una alternativa, estos insumos incluyen una gran variedad de sustancias, desde microorganismos benéficos, como bacterias y hongos, así como nutrientes esenciales, como compuestos orgánicos y minerales. Estos insumos desempeñan un papel importante en la promoción de la sanidad de las plantas, haciéndolas más resistentes al ataque de plagas y enfermedades, así como en la mejora de la absorción de nutrientes, lo que se traduce en un sistema agrícola más productivo y sostenible.

La agricultura se encarga de proporcionar alimentos, fibras y materias primas para satisfacer las crecientes necesidades de la población. Sin embargo, a medida que nos enfrentamos a desafíos ambientales como el cambio climático y la escasez de recursos, se hace más necesario adoptar medidas sostenibles y eficientes en el sistema productivo.

Los productos biológicos, según Embrapa, son productos agrícolas desarrollados a partir de componentes como microorganismos, plantas, invertebrados, sustancias químicas de origen microbiano, vegetal e invertebrado, como enzimas, metabolitos secundarios y feromonas, además de tecnologías asociadas. Su objetivo principal es mejorar la agricultura, a través del control de plagas, la promoción del crecimiento de las plantas, la adaptación al estrés biótico y abiótico, así como la nutrición de los cultivos. Estos productos tienen como objetivo mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de las prácticas agrícolas alineándose con los principios de gestión integrada.

Las sustancias que influyen en la fisiología de las plantas se denominan productos fisiológicos, encargados de mejorar la eficiencia en el uso de los insumos y optimizar su metabolismo. Los reguladores vegetales ofrecen beneficios como el aumento de la productividad, la estimulación de la fotosíntesis y el transporte eficiente de azúcares en las plantas, lo que resulta en cultivos más sanos y de mejor calidad. Además, estos productos promueven la resistencia de las plantas al estrés ambiental, haciendo que las plantas sean más equilibradas desde el punto de vista hormonal (Rodríguez., 2018).

Para obtener buenos rendimientos, también es fundamental proporcionar una fertilización equilibrada, cumpliendo con los requerimientos nutricionales del cultivo. En este sentido, los fertilizantes se encargan de proporcionar a las plantas un manejo eficiente en cuanto a nutrición, asegurando la productividad de las plantas al aportar nutrientes esenciales para su crecimiento y desarrollo. Una de las formas de aportar estos nutrientes a las plantas es a través de la fertilización foliar, en la que su uso debe darse en periodos críticos de crecimiento vegetal, como en momentos de mayor demanda específica de algún nutriente o en casos de situaciones adversas del suelo que comprometan la nutrición mineral de las plantas (Nachtigall & Nava, 2010).

Además, existen los coadyuvantes, que consisten en productos que se añaden a las formulaciones de herbicidas o a la solución de herbicidas para mejorar la eficiencia del producto o modificar características específicas de la solución con el fin de facilitar la aplicación o minimizar posibles problemas.

Existen dos grupos de adyuvantes, aquellos que modifican las propiedades superficiales de los líquidos, conocidos como tensioactivos, que incluyen esparcidores, humectantes, detergentes, dispersantes y adherentes, entre otros. Y aditivos, como el aceite mineral o vegetal, el sulfato de amonio y la urea, que inciden directamente en la absorción de herbicidas por su acción sobre la cutícula de la planta. Los adyuvantes juegan un papel importante en la optimización de las aplicaciones de herbicidas, haciéndolas más efectivas y eficientes, así como minimizando los problemas potenciales en el proceso (Vargas y Román, 2006). A continuación, podemos ver las soluciones integradas de Stoller con productos utilizados para cultivos de soja y maíz.